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El discurso de la megalópolis es, apropiadamente, megaextraño

La última película del legendario (y controvertido) director Francis Ford Coppola es polarizante, memeable y estimulante

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Adam Driver se encuentra en el borde de un edificio.
Imagen: Lionsgate

MegalópolisLa epopeya moderna de Francis Ford Coppola protagonizada por Adam Driver, Aubrey Plaza, Nathalie Emmanuel y más se estrenó hace apenas unos días y ya está siendo apodado un “bombo de taquilla”“y desató un montón de conversaciones en Internet sobre Hollywood, películas arriesgadas y mucho más.

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La película visualmente impresionante del aclamado director detrás de películas comoEl Padrino yDrácula de Bram Stoker estaba generando conversación mucho antes de su debut el 27 de septiembre, gracias en gran parte a la director diciendo el mes pasado que eligió a actores “cancelados” como Jon Voight (un abierto partidario de Trump yidiota con su propia hija,Angelina Jolie) y Shia LaBeouf (Acusado de agresión sexual en 2021, con fecha de audiencia por determinar) para evitar Megalópolis siendo etiquetada como una película de “Hollywood despierto”. Sin embargo, ahora que la película se estrenó, el discurso en torno a ella ha cambiado: la gente publica fragmentos de la película para resaltar su tono bastante poco ortodoxo y surgen informes de que se está proyectando en cines casi vacíos en todo el país.

Megalópolis siempre iba a ser una película polarizadora: está claro que la epopeya pretende desafiar las clasificaciones de género, ampliar los límites de los efectos visuales y plantear algunas preguntas bastante embriagantes sobre el futuro de los Estados Unidos, los límites de la creatividad, el ego del artista, el paso percibido del tiempo, la aversión de Hollywood al riesgo y más. La película ha sido llamada“demasiado raro para describirlo con palabras”, un “sueño febril salvaje de exceso e idealismo”, a “catástrofe,” y un“proyecto pasión sin pasión.”

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Informes recientes dicen que el costoso proyecto, que costó alrededor de 140 millones de dólares en costos de comercialización y producción, financiado en parte por la venta de parte de Coppola de su finca vinícola, recaudó solo 4 millones de dólares en su fin de semana de apertura. El New York Times dice que la película está “en camino a ubicarse en sexto lugar en la taquilla del fin de semana, incluso detrás Devara Parte 1, un Malas críticas, drama de acción de tres horas en idioma telugu” y que se proyecta en “cines casi vacíos”.

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A pesar de su pobre desempeño en taquilla, Internet no puede dejar de hablar de ella. Megalópolis. La gente está asombrada por una escena en la que Adam Driver dice “vuelve al club” con un acento extraño y también dice “sí” en formas cada vez más típicas de Foghorn Leghorn.

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Los espectadores quedan desconcertados por el diálogo y perplejos por la arquitectura representada en la película, con cierta haciendo comparaciones visuales con el La guerra de las galaxias precuelas.

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Algunos son enojado por un punto de la trama en el que una mujer miente sobre su agresión sexual, mientras otros sacan a relucir el problema. demanda interpuesta contra Coppola por un Megalópolis adicional.

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Las conversaciones en torno a la película son apasionadas, variadas e intensas. Las reseñas de Letterboxd están por todos ladosEn el momento de escribir esto, tiene una puntuación de crítica del 49 %. Tomates podridos y una puntuación de audiencia del 34%. La gente ama esta película o la odia, admira a Coppola o lo desprecia, cree que es una obra maestra o un completo fracaso, pero una cosa es segura: nadie puede dejar de hablar de ella. Megalópolis. ¿Debería ir a verla?

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Este contenido ha sido traducido automáticamente del material original. Debido a los matices de la traducción automática, pueden existir ligeras diferencias. Para la versión original, haga clic aquí.

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