Imagínese un modesto Cielo de nadie establecer en ProteoEso te acerca mucho a comprender la espléndida Miró, tanto en estilo como en sustancia. Este es un vasto juego de exploración de planetas, combinado con una sólida historia de ciencia ficción que se te cuenta a medida que progresas, todo presentado en gráficos super-lo-fi que permiten que todo se sienta significativamente más orgánico.
Gran parte de la historia de Miró—quién eres, por qué estás ahí— te lo dicen a medida que profundizas, así que ofrecer un resumen conciso en realidad sería bastante spoiler. Pero es seguro decir que la MIRO es una nave espacial científica dedicada, al menos en un momento, a explorar mundos distantes. Ahora te encuentras solo a bordo, con la mayoría de las puertas cerradas, recibiendo instrucciones de una voz no identificada y equipado con la capacidad de tomar un transbordador a la superficie de una variedad de planetas diferentes.
Cada planeta se genera de forma procedimental, incluyendo, al parecer, los planetas de la historia principal, poblados por las mezclas más extrañas de flora y fauna. Las plantas a menudo pueden parecer extraterrestres, pero en otras ocasiones parecen árboles caducifolios terrestres. Los animales, mientras tanto, son todos reconocibles al instante, dado que son una mezcla desconcertante de todos los seres humanos. de dinosaurios, rinocerontes, caimanes, ciervos, osos, mariposas, dragones de Komodo y muchos más. ¿Por qué hay tantos animales terrestres aquí? ¿Por qué tantos de ellos provienen de tantos puntos diferentes de la historia? ¿Y por qué te encuentras con edificios abandonados, antenas parabólicas rotas hace mucho tiempo, puentes caídos e incluso ciudades en ruinas?
Por supuesto, descubrir todo eso es la historia, ¡y es genial! Sin embargo, jugar el juego en realidad se trata mucho más de explorar y recolectar recursos. Aquí, imagina un viaje espacial Subnautica, o dada la naturaleza cúbica de la mayoría de los recursos, ese replicador en Presa, donde todos los elementos que recolectes pueden llevarse de vuelta al MIRO y luego ser utilizados por una máquina para replicar nuevos elementos, vendajes y, lo más importante, mejoras para tu traje y herramientas.
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El MIRO se abre lentamente ante ti a medida que avanzas en la historia, y con nuevas salas llegan nuevos elementos útiles. La exploración de planetas a pie es un trabajo bastante lento, especialmente dado el enorme tamaño de cada área explorable, por lo que hacer funcionar una aeromoto es bastante esencial. Eso requiere reunir suficiente material de la historia. recursos de luz, y luego descubrir combinaciones de todos ellos en la Terminal Científica para ajustar todo a la perfección. (Olvídate del doble salto, actualmente tengo el salto séxtuple). Después de unas cuantas horas, ahora estoy lanzándome por las superficies de los planetas con mi bicicleta, mis habilidades de salto y mi espléndido gancho.
Lo que funciona tan bien aquí es que a pesar de MIRO Al contar de muchas maneras una historia lineal basada en la narrativa, la forma de jugar es extraordinariamente abierta. A menudo me he encontrado aterrizando deliberadamente en un nuevo planeta solo para poder pasar una hora deambulando, encontrando muchas de las ubicaciones clave, absorbiendo recursos y mirando con asombro el tamaño de una nueva especie de dinosaurio, aunque no tenía objetivos principales en mente. Es relajante, en la forma en que Nuevos Estados Unidos Solía serlo, además siempre estoy agradecido por los montones adicionales de cosas útiles que traigo. Hay un final, y es una conclusión satisfactoria para una buena historia, pero no te sientas obligado a apresurarte para llegar a él.
Debo decir que he tenido bastantes fallos. Sin embargo, lo más importante es que cuando he informado de errores que impiden el progreso al desarrollador Lost Saved Data_, ha publicado una versión parcheada en cuestión de horas.
Un mundo abierto Proteo Es un buen argumento de venta por sí solo, pero Miró Es mucho más con su historia, su creación y sus cada vez más poderosos medios de deambulación. Este es el trabajo de tres personas, y es incuestionablemente tosco en los bordes. Pero me lo he pasado tan bien jugándolo, pasando horas alegremente simplemente husmeando por los planetas, incluso si es para encontrarme. abre con ahínco cada contenedor de carga en una gran instalación de almacenamiento abandonada por puro completismo. Con sus planetas generados por procedimientos, cada ubicación parece diferente, y aunque todas las criaturas están predefinidas, hay tanta variedad que incluso al final estaba viendo animales que no había visto antes.
Mantenga las cosas en perspectiva: esto obviamente no es Cielo de nadieEs un pequeño juego independiente con un alcance mucho más limitado y un deseo mucho mayor de contarte una historia interesante. una demostración muy generosa, también.) Pero es un logro tan enorme, con una estética maravillosa (incluida una música excelente), y me enredó por completo en sus acogedores bucles. Me encantó.
Miró Ya está disponible para PC a través de Steam por $15.
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