10 películas de tiburones para hincarle el diente (que no sean Tiburón )

Bajo París Transmite un mensaje ecológico y una gravedad emocional que eleva la trama enrevesada y el concepto tonto a algo genuinamente emocionante de ver. Una científica afligida llamada Sophia (Bérénice Bejo) debe rescatar a Paris de un tiburón gigante que acecha en el Sena. Convenientemente, Lilith es el mismo tiburón que mató a su esposo, lo que hace que su c Un conflicto mucho más personal y emocionalmente cargado de lo que sería con un tiburón malvado y aleatorio. Mientras Sophia intenta cazar a Lilith, se lleva a cabo un triatlón que el alcalde se niega a posponer (¿te suena familiar?). Esto resulta en la espantosa muerte de innumerables atletas. Los esfuerzos militaristas para destruir a Lilith son exagerados y Bajo París En general, se requiere mucha gimnasia mental para apreciarla. Pero tiene un gran desenlace que nos recuerda la fuerza imparable de la naturaleza. El hecho perturbador de que Lilith sea mutada por un océano contaminado y lleno de desechos te hace detenerte y pensar tanto como el resto de la película te hace agarrarte al asiento.

La productora de bajo presupuesto The Asylum no es precisamente conocida por su gran arte. Principalmente produce copias baratas de éxitos de taquilla lanzados anteriormente, como Artillero superior, Transmorfos, Los Terminators, y Batalla de Star WarsLas películas son una pérdida de tiempo y dinero, y es difícil decir por qué existen, pero una de sus películas originales se convirtió en una sensación de la noche a la mañana después de emitirse en Syfy en 2013. SharknadoTara Reid tiene la tarea de salvar a Los Ángeles de un tornado que, de alguna manera, está lleno de tiburones. Parte del encanto de la película radica en cómo adopta plenamente el ser una parodia del género Sharksploitation. Con tiburones fuera de su hábitat oceánico natural y lloviendo del cielo, hay mucho espacio para muertes coloridas y extravagantes, y Sharknado Hace mucho más de lo que promete. Puede que sea una de las películas de tiburones más superficiales que existen, pero sin duda vale la pena verla, aunque solo sea por su impacto cultural.

Es difícil creer que los megalodones fueran reales. Sus mandíbulas abiertas eran mucho más altas que las de un hombre adulto y su cuerpo más largo que un autobús escolar entero. Cuando era niña, tenía la teoría de que todavía existían cerca del fondo del océano. Esta es exactamente la premisa de El Meg, lo que debería darte una pista de la madurez y credibilidad de esta película. Simplemente tienes que subirte a la ola de este éxito de taquilla intencionalmente exagerado, muy parecido al pateador Jason Statham, que se cuelga de la aleta de la enorme criatura prehistórica, vuela por el aire y, de alguna manera, aún sobrevive. El Meg acepta plenamente su ridiculez, lo cual es apropiado porque una criatura tan enorme como un megalodón que haya existido jamás es bastante loca por sí sola.

Carnada es una de las entradas más creativas en el género Sharksploitation. Se siente como si los realizadores hubieran dicho: "¿Tiburones en el océano? ¡Qué asco! ¡Pongámoslos dentro de un supermercado!". El director Kimble Rendall lanza Fauces, Lo imposibley de Stephen King La niebla En una licuadora para la premisa salvaje: después de que un extraño tsunami golpea, un grupo de extraños (más un lindo perrito) quedan atrapados dentro de una tienda de comestibles inundada con un tiburón. Pararse en los estantes solo puede ayudarlos por un tiempo. Su batalla contra el tiburón que deambula amenazadoramente por los pasillos es más sangrienta que la mayoría de las otras películas de tiburones. El uso de animatrónicos en varias escenas hace que la carnicería sea creíble. Aunque el concepto suena idiota, en realidad funciona y te deja enganchado.

En 47 metros de profundidadUn viaje de buceo sale mal para dos hermanas de vacaciones. Su jaula se desploma al fondo del océano, dejándolas rodeadas de tiburones y con un suministro de oxígeno menguante. El espectador se siente abrumado por el miedo ante la oscuridad del entorno acuático y el encuadre claustrofóbico. También hay algo aterrador en que los personajes estén completamente inmersos en el reino de los tiburones, viendo la vida a través de sus ojos y enfrentándose cara a cara con ellos. La película utiliza esta configuración para ofrecer algunos sobresaltos mordaces. La secuela, 47 metros abajo: sin jaula (2019), sube la apuesta al sumergir a un grupo de chicas en un laberinto submarino de cuevas y túneles llenos de tiburones. Ambas películas son thrillers palomitas de maíz aceptables que se aventuran en profundidades inexploradas del terror de los tiburones.

Mar azul profundo Es el epítome del cine gloriosamente exagerado pero serio de finales de los 90 y principios de los 2000, y desde entonces se ha convertido en un clásico de culto. Realza el estereotipo de que los tiburones son vengativos y cazan deliberadamente a sus víctimas elegidas al hacerlos genéticamente modificados para ser más inteligentes. El experimento para ver si su tejido cerebral puede curar la enfermedad de Alzheimer dispara de la manera más brutal. Es muy divertido y sangriento ver al elenco estelar: Samuel L. Jackson, Stellan Skarsgård, Michael Rapaport y LL Cool J (que también interpreta el rap de los créditos finales), etc., quedar atrapados en el frenesí alimenticio o escapar por poco. Algunas escenas usan cámara lenta para aumentar el drama y hacer que la aventura se sienta más épica y cinematográfica. Mar azul profundo Muestra sus dientes, es menos aterradora y más una película de acción llena de adrenalina.

Quedarse varado en medio de aguas profundas infestadas de tiburones, sin tierra a la vista, ha sido el aterrador concepto de varias películas ya, así que Los bajíos Intenta hacer algo diferente. Es un cruel giro del destino para Nancy (Blake Lively), quien termina varada en una pequeña roca aislada a solo 200 metros de la orilla. Lo único que la separa de la seguridad en aguas poco profundas es un tiburón gigante. Está tan cerca y tan lejos. Jaume Collet-Serra, quien también dirigió Huérfano y Casa de Ceratiene una visión muy lírica que hace que incluso el más simple de sus conceptos de película de terror se sienta grandioso y mítico, lo que realmente funciona para este concepto de supervivencia despojado. Blake Lively le da a su personaje algo de coraje y gravedad emocional que nos hace invertir en su supervivencia. Hay algunas escenas muy creativas que involucran medusas y una boya, además de algo de ligereza bienvenida de una gaviota llamada Steven Seagull. Los bajíos es una película B sólida que no pretende ser nada más de lo que es, pero aún así logra elevarse por encima de la mayoría de los thrillers sin sentido sobre tiburones.

Si buscas ampliar tu repertorio de películas de tiburones, tendrás que explorar muchas ridículas. Pero de vez en cuando, aparece una que es realmente emocionante y agrega algo nuevo al género. Animales peligrosos tiene una premisa particularmente intrigante donde un asesino en serie (interpretado por un desquiciado Jai Courtney) usa tiburones como arma. Las impresionantes tomas submarinas muestran a los tiburones en todo su amenazante y enorme esplendor, y simplemente se comportan como lo harían naturalmente. Animales peligrosos no los demoniza, sino que deja en claro que el verdadero depredador es la masculinidad tóxica. El apego filosófico de Tucker a los tiburones y el caos impactante que causa crean una experiencia visual brutal y de ritmo rápido que te golpea fuerte como un maremoto.

La Gran Barrera de Coral de Australia es conocida por ser un foco de tiburones, pero eso no impide que cinco amigos se divierta allí en un yate, que termina volcando. El director Andrew Traucki ya era conocido por otra película sobre criaturas escalofriantes, Aguas negras, sobre un grupo de personas acechadas por un implacable cocodrilo de agua salada en un pantano. En lugar de aferrarse a las copas de los manglares, los protagonistas de El arrecife se ven obligados a tomar una terrible decisión: quedarse a bordo del barco que se hunde o nadar doce millas hasta la isla más cercana mientras un gran tiburón blanco espera en el medio. El suspenso de esta decisión, así como quién será atrapado por el tiburón y cuándo, es tan agudo como los dientes del depredador. El uso que hace Traucki de imágenes reales de tiburones le da a las escenas acuáticas una autenticidad escalofriante. La secuela, El arrecife: acechado (2022), sigue una historia completamente diferente en la que un viaje en kayak sale terriblemente mal y es igual de intenso.

Filmado en video digital, Aguas abiertas Hace que la desgarradora experiencia de una pareja estadounidense varada en medio del océano después de un viaje de buceo parezca la peor película casera jamás realizada. Basada en una historia real y utilizando tiburones vivos en lugar de CGI o mecánicos, Aguas abiertas se destaca como una de las películas de tiburones más crudas jamás realizadas. Los tiburones rodean pacientemente a la pareja en las profundidades, a diferencia de las versiones de Hollywood donde se lanzan como misiles hacia su presa. La película tiene una estética íntima y casera que te coloca justo al lado de la pareja: las olas golpean la cámara, la luz natural se desvanece en una oscura tormenta y no hay forma de ver lo que acecha debajo. Aguas abiertas demuestra que las películas de tiburones no tienen que ser elaboradas y cargadas de efectos para mantener a los espectadores al borde de su asiento.